El sol que ilumina tu rostro, arruga.
El chocolate, engorda.
Las golosinas son malas.
Lo bonito, es caro.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
Reírte a carcajadas, viajar, volar, correr, quitarte la ropa, jugar, cantar hasta que te quedas sin voz, bailar hasta que dudes si ha sido buena idea ponerte tacones altos esa noche.
Y, después de todo, lo peor que puede llegar a pasarte es que, sonriendo frente al espejo, tengas que volver a peinarte.